
Por Luz Adriana Pérez Morales
(@LuzAdriana19)
La llamada regla de los 180º suele ser el dolor de cabeza de muchos cineastas a la hora de ver la edición y reparar en que "ya no hay nada que hacer". Pero siempre se puede prevenir, desde el momento en el que realizas tu nunca bien valorado storyboard.
La regla de los 180º nos remite a la interacción de los personajes a cuadro. Imaginemos a un sujeto A y a un sujeto B en pantalla. Sólo conocemos un lado de sus rostros, ¿cuál es la clave? No debemos de conocer el otro lado a menos de que el personaje se mueva en la acción.
Suena sencillo, pero no lo es cuando de cine hablamos. En televisión lidian menos con la regla de los ejes (quiero pensar) porque la industria funciona a tres cámaras en el set. El movimiento de cámara es mínimo. Pero en cine, a menos de que seas Spielberg, solo trabajarás con una.
¡Cuidado con el eje!

¿Cómo evitar el error?,
Primero entendamos cómo funciona la regla de los 180º: Traza una línea recta imaginaria entre el sujeto A y al sujeto B. Ahora elige de qué lado de la línea prefieres estar. Una vez elegido, NO TE MUEVAS DE AHÍ. Puedes trasladarte tanto como quieras en ese pedazo, pero no cruces al otro nada más porque sí.
Si tu línea de acción inicia de derecha a izquierda, debe continuar así hasta el fin de tu escena, como dijimos, a menos de que haya movimiento a la vista de la cámara.
¿Quieres cambiar de eje? No lo rompas, crúzalo.
Tu clave es la mirada del personaje. Digamos que entra un sujeto C en la acción, con que el sujeto A o el sujeto B voltee a verlo, ya está dentro del eje, puedes mover la cámara del Sujeto A al sujeto B haciendo corte o en una sola toma. Adonde vaya la mirada de tu personaje puedes mover tu cámara, eso sí, sin cambiar deliberadamente la posición de tu cámara a la parte de la cara no mostrada. No cambies al espacio opuesto de la línea que ya habías elegido en un inicio.
Otra forma de cruzar el eje es haciendo que el sujeto A "le de algo" a cualquiera de los sujetos presentes.
Otra de las maneras favoritas es usar la cámara en movimiento con la acción, de esta forma, nunca romperás el eje, si usas este método, evita hacer cortes abruptos pues sólo brincarán en la edición de la manera menos positiva posible. Tampoco uses esto si tu acción no lo requiere, generalmente es para darle movimiento porque hay un intercambio constante de diálogos. De no usar bien el método, corres el riesgo de marear a tu espectador.
Imagen: mynameispaoh.blogspot.mx
¿Ves? Sólo tomarás de un sólo lado de la línea. Elije la que te acomode más ¡y no la cambies!

¿Cuándo es válido romperlo?
*Cuando la acción es tan dramática o de carácter psicológico como para mostrar "la otra cara". Es decir, cuando la intención es alterar la narrativa de la historia con algo desconcertante, un gesto, una mirada, algo revelador de nuestro personaje.
Imaginemos la escena de dos personas que están conversando, uno de ellos es policía, el otro, un presunto culpable que queremos hacer creer que es una víctima. Toda la acción vemos sólo un lado del rostro de éste acusado interactuando con la autoridad. ¿Qué tal que en el momento menos esperado rebelamos la perversión del acusado en una toma de la cara que habíamos ocultado? Podríamos incluso cambiar la iluminación, volverla más oscura o más fría. Es cuestión de creatividad, lo cierto, es que sería un buen momento para "romper el eje".
Un buen ejemplo para cruzar el eje correctamente, en una interacción de 5 personas.
Éste video te mostrará detalladamente cómo manejar correctamente la continuidad en interacciones constantes.